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El análisis de alimentos es un proceso fundamental para garantizar la seguridad y la calidad de los productos que llegan a los lineales. Con la creciente demanda de precisión y agilidad, los laboratorios se enfrentan a la necesidad de transformar sus operaciones para mejorar los procesos y reducir los errores. Una solución cada vez más empleada para hacer frente a estos retos es la automatización digital, o el concepto de «laboratorio digital sin papeles».
La automatización del análisis de alimentos implica el uso de tecnologías para capturar, rastrear y monitorear datos de calidad de manera precisa y en tiempo real. Este enfoque elimina la necesidad de registros manuales, sustituyendo formularios y tablas por softwares avanzados que integran todos los datos en un sistema centralizado. Una herramienta clave para esta transición es el LIMS (Laboratory Information Management System), una plataforma que organiza y automatiza flujos de trabajo, trazabilidad y generación de informes en un único entorno.
La introducción manual de datos es propensa a errores, ya sea de digitación, interpretación o pérdida de información. Con un LIMS, el proceso de captura de datos es automático y estandarizado, lo que reduce significativamente las probabilidades de errores y retrabajos, mejorando la fiabilidad de los análisis.
La automatización permite realizar análisis con mayor rapidez y eficiencia, ya que los datos se transmiten directamente desde los equipos al sistema. Este flujo sin papel agiliza las operaciones del laboratorio, liberando tiempo para que los profesionales se enfoquen en actividades estratégicas.
En el sector de alimentos, cumplir con normas como la ISO 17025 y regulaciones sanitarias es esencial. Un laboratorio digital sin papel facilita la trazabilidad completa de los datos y ayuda a garantizar el cumplimiento de los estándares requeridos, promoviendo auditorías más eficaces y seguras.
La eliminación del papel contribuye a una operación más sostenible, reduciendo la generación de residuos y el consumo de recursos naturales. Además, la automatización disminuye la necesidad de transporte físico de documentos y muestras, reduciendo también la huella de carbono del laboratorio.
La implementación de un LIMS como myLIMS es un paso importante hacia la transformación digital en el sector alimentario. Esta solución permite a los laboratorios de control de calidad capturar automáticamente los datos de los equipos de análisis y generar informes en tiempo real, aumentando la seguridad y la transparencia en las operaciones. myLIMS también facilita el análisis de tendencias y la integración con sistemas corporativos (como ERP y MES), asegurando que todas las áreas de la empresa estén alineadas con los resultados de los laboratorios.
Un ejemplo concreto de los beneficios de myLIMS en la industria alimentaria es el caso de Bem Brasil. Antes de adoptar el sistema, la empresa gestionaba sus procesos de control de calidad con hojas de Excel que se rellenaban manualmente, lo que dificultaba la trazabilidad y aumentaba el tiempo de respuesta. Con myLIMS, Bem Brasil logró mejoras significativas, como la reducción del 50% en el tiempo de rastreo de información, un ahorro de aproximadamente 156.000 hojas de papel anuales y mayor agilidad en la comunicación con proveedores y clientes. Además, la empresa adquirió un mayor control sobre la calidad de la materia prima y un mejor soporte en la planificación de la producción, optimizando la atención al cliente y promoviendo la sostenibilidad.
El futuro del análisis de alimentos está en la automatización y digitalización de los procesos de laboratorio. Un laboratorio digital sin papel no solo mejora la eficiencia y reduce los errores, sino que también contribuye a la sostenibilidad y el cumplimiento normativo. Al adoptar una solución como myLIMS, los laboratorios de alimentos pueden posicionarse a la vanguardia de la innovación, brindando seguridad y calidad a todos los involucrados en la cadena de producción.
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